EUROPA
PRESS
10 abril
2017
Un trabajo de la Universidad de Alicante ha revelado que hasta el
90 por ciento de las personas que sufren un trastorno de dismorfia
muscular o vigorexia consumen suplementos dietéticos
en su búsqueda de un cuerpo musculado.
El
estudio, cuyos resultados publica la revista 'Clinical
Journal of Sport Medicine', buscaba valorar el estado
nutricional de personas que hacen ejercicios de musculación, sus hábitos
alimenticios y el tipo de suplementos que consumen.
Para
ello, contaron con una muestra de 141 varones de entre 18 y 45 años, de
diferentes entornos sociales y económicos, que acudían a centros deportivos de
Alicante y San Vicente del Raspeig, incluido el gimnasio de la Universidad de
Alicante, durante al menos 4 días a la semana con el objetivo de aumentar su
masa muscular.
Una vez
valorada la relación de la dismorfia muscular con
índices antropométricos, como el índice de masa corporal (IMC) y el somatotipo (representación de la composición corporal), y
establecer el tipo de sustancias ingeridas, el estudio confirma que un 89,9 por
ciento de los usuarios que presentan síntomas consumen suplementos.
En
concreto, el consumo de proteínas o creatina, sustancia para ganar músculo y
fuerza, se da en el 48,9 por ciento en individuos con síntomas de la enfermedad
y el 28,1 por ciento en usuarios sin síntomas.
Asimismo,
vieron que en torno al 50 por ciento de los sujetos del estudio no seguían una
dieta adecuada a la mediterránea. Los valores de consumo de proteína se sitúan
por encima de los 2g/kg de peso corporal y la
cantidad de colesterol superior a 300 mg/día.
Respecto a vitaminas y minerales, los individuos están dentro de la cantidad
diaria recomendada (CDR) excepto de vitamina A y yodo.
Factores de riesgo identificados
"Tras
analizar todos los datos y parámetros obtenidos, se puede concluir que el
consumo de suplementos nutricionales, el sobrepeso y la obesidad son factores
de riesgo para padecer dismorfia muscular", ha
explicado Asier Martínez, diplomado en Nutrición Humana y Dietética que ha
participado en el estudio.
A pesar
de que los 141 varones estudiados llevaban una dieta variada, este experto
señala que los valores de proteína exceden los límites propuestos según la
evidencia científica para desarrollo de masa muscular en deportes de fuerza, lo
que "junto con la ingesta excesiva de colesterol puede conducir a futuros
problemas de salud", ha advertido.
Como
parte de la investigación también han diseñado una herramienta de cribado muy
práctica que puede utilizarse mediante una aplicación móvil para detectar
sujetos que puedan padecer dismorfia muscular o vigorexia.
"Puede
resultar útil para cualquier persona, ya sea profesional o no, incluyendo los
propios deportistas, debido a su bajo coste, simplicidad y fácil uso",
detalla el autor del estudio.